La historia de la gente de nuestra ciudad escrita en fuertes trazos de color es el valor reflejado en las pinturas murales municipales que tras 24 años fuera de la vista del público retomaron su ubicación desde esta mañana en la Municipalidad de Puerto Montt (edificio ubicado en Presidente Ibáñez), en un evento encabezado por el Alcalde Gervoy Paredes, concejales y artistas.
Con el apoyo de la Corporación Cultural de Puerto Montt, las obras fueron recuperadas en un extenso trabajo desarrollado durante 5 meses por miembros de la Asociación de Artistas Plásticos de nuestra ciudad en la Casona Cultural del Parque La Paloma.
La primera obra reinstalada fue la denominada “Reconstrucción del Puerto”, obra del artista e Hijo Ilustre Lorenzo Stuardo, mientras se espera que el martes a las 15.15 horas sea descubierta al público la llamada “Colonización”, trabajo creado por el artista Juan Rivera.
AUTORIDADES
Sobre las obras Gervoy Paredes indicó que “es motivo de orgullo recuperar parte importante de nuestro patrimonio que desde ahora podrá ser apreciado en su belleza e historia por cualquier visitante del mundo que venga a Puerto Montt y felicito a los artistas que lo hicieron posible”.
En Tanto, Marcelo Utreras, director de la Corporación Cultural, señaló que “se ha hecho justicia y se da un paso importante en la construcción de la historia con mayúscula de nuestra ciudad”.
RESTAURACIÓN
La restauración buscó recuperar tanto la condición física de los paneles, afectados por humedad y perforaciones en su superficie; como el trabajo artístico, especialmente los trazos de los dibujos y la pintura que aparecía descolorida y con pérdida de textura.
La obra fue retirada del Hall de la Municipalidad de Puerto Montt en 1992 por obras de mantenimiento y remozamiento, siendo trasladados los tres paneles –de 2.5 por 6 metros de madera aglomerada- a las bodegas de la institución pública.
Finalmente, se decidió intervenir la obra, luego que los trabajadores de la época la dejaran cubierta adecuadamente y dispuesta en un sitio seguro, resguardado de paso su integridad, sobre todo de la humedad del ambiente.
Los trabajos en los que participan todos los socios de la Asociación de Pintores, significan una inversión que alcanza los $6 millones de pesos, aportes entregados por la municipalidad y la CCPM.
LORENZO STUARDO: TESTIGO DE LA HISTORIA
Tras el golpe militar de 1973, el alcalde designado Tótila Lintz y las autoridades comunales decidieron en 1974 abrir un concurso para celebrar la fundación de la ciudad y que sería un verdadero cúmulo de sorpresivas paradojas.
De los trabajos presentados, ganó el realizado por Lorenzo Stuardo –de reconocida filiación comunista- con imágenes de arte popular que significaban la unidad del pueblo como senda de construcción de progreso y de una mejor sociedad, justo cuando la represión comenzaba a destruir las organizaciones políticas clandestinas.
“Tenía tanta bronca por lo ocurrido con Allende que sin pensarlo hice los dibujos. Cuando los pintores lo eligieron el susto fue tremendo, pero las autoridades no se percataron del fondo del asunto. Los únicos reparos vinieron de Gastón Gómez, quien vio los posibles peligros, pero fue gol de tres cuartos de cancha, con un dibujo le estaba ganando a la dictadura”, dijo Stuardo.
El otro panel fue dibujado y pintado por Juan Rivera, socialista, quien hace un guiño al encuentro de dos mundos: pueblo originario y colonos, aunque sin el contenido ideológico del realizado por Stuardo.
Pintar fue otra historia. Pese a ganar, la pintura (que se encargó directamente a Estados Unidos) la hizo Gastón Gómez- quien mantenía buenas relaciones con las autoridades de la época- y a Stuardo lo dejaron fuera.
“Para ser justo, Gómez pintó muy bien el cuadro. Especialmente las aves migrantes que se ven sobre la gente, que representan la esperanza del retorno a la libertad. Y a todos les gustó, porque cuando la obra se inauguró, militares y civiles designados aplaudieron toda la tarde. Me estuve riendo como un año”, explicó.
El trabajo en la obra, agregó, me permite sanar heridas provocadas en esos tiempos, la sobrevivencia económica, el desinterés de gente que se decía amiga y el dolor de saber de tanta gente muerta, desaparecida o en desgracia.
“La otra sorpresa fue ver que en 1992, en plena democracia, la obra desaparecía y ahora recién nos enteramos dónde estaba y que sobrevivió”, dijo.
Actualmente, y aprovechando su vasta experiencia, trabaja en el Consejo de la Cultura y las Artes Los Lagos, tras ser nombrado Hijo Ilustre de Puerto Montt en febrero de este año.
LECTURA
Las obras podrán ser desde hoy apreciadas por cualquier miembro de la comunidad.