Picasso y Neruda unidos en la exposición “Toros” en la Casa del Arte Diego Rivera
Plasmando la amistad que los unía y el compromiso por la Paz Mundial que los impulsaba, dos artistas fundamentales del siglo XX, Pablo Neruda y Pablo Picasso, editaron en 1960 el libro “Toros”, cuyas imágenes -15 copias facsimiliares de alta calidad de los grabados originales- serán exhibidos desde 20 de Junio y hasta el 14 de julio en la Sala Multiuso de la Casa del Arte Diego Rivera, con entrada liberada.
Con apenas 500 ejemplares en la edición original, la recuperación de esta obra para su exhibición fue gracias a gestiones de la Fundación Itaú que hizo la donación a la Dirección de Bilbliotecas, Archivos y Museos (DIBAM) que, a su vez, las distribuyó a las bibliotecas regionales.
La aparición de la obra produjo una verdadera histeria entre los coleccionistas del arte y amigos de ambos artistas, por lo que la limitada edición, a la que se agregaron 20 ejemplares fuera de comercio, desapareció de librerías y de la casa editorial en días.
OBRA
Publicado en abril 1960, y presentado posteriormente en la Galérie Bellechasse de París, Francia, el libro original contiene el poema “TORO” de Pablo Neruda, en castellano y francés, traducido por Jean Marcenac.
El libro, en la cara interior de la contratapa del libro y protegido por finas solapas de lino, se encuentran 15 grabados originales, tirados como litografías en blanco y negro, a partir de los dibujos que realizó Picasso especialmente para las páginas de la obra.
Este esmerado y fino trabajo, que demoró cerca de dos años, se realizó en algunos de los mejores talleres franceses de tipógrafos, grabadores y encuadernadores de la época, con materiales de primera calidad.
El libro se terminó de imprimir en la imprenta Unión de París.
Este singular y hermoso objeto de arte, editado originalmente en 1960, coronó la amistad entre ambos artistas fundamentales del Siglo XX, inspirado en su admiración mutua y compromiso por la paz mundial.
El Toro (Pablo Neruda)
El más antiguo toro cruzó el día,
sus patas escarbaban el planeta.
Siguió, siguió hasta donde vive el mar.
Llegó a la orilla el más antiguo toro
a la orilla del tiempo, del océano.
Cerró los ojos, lo cubrió la hierba.
Respiró toda la distancia verde.
Y lo demás lo construyó el silencio.