-Entre Manila y Junquillos los alumnos del 5° Básico de la Escuela Chamiza dieron inicio de tres talleres organizados por la Municipalidad, correspondiente al Programa “Turismo y Patrimonio del Medio Ambiente”, rescatando la cultura considerada identidad que se traspasa de una generación a otra.
Puerto Montt, 26 de septiembre de 2016.- En la Escuela Rural La Chamiza se dio el inicio al Primer Taller de Artesanía Ancestral, corresponde al Programa Turismo y Patrimonio del Medio Ambiente, organizado por el equipo municipal. Se trata de una actividad educativa que busca el rescate de la cultura a través de juncos y manilas.
La actividad es realizada por monitoras de la Agrupación de Artesanas de Ilke y Huelmo, quienes se ganaron un proyecto de la Fundación de Artesanías de Chile que compartirán sus enseñanzas con los alumnos de la Escuela La Chamiza, Escuela Alemania y Escuela Cayenel.
Por su parte el encargado de la Oficina de Turismo, Iván Alvarado, señaló que “este Programa de Turismo Patrimonio y Medio ambiente, busca rescatar la identidad que tenemos en Puerto Montt. Quisimos partir con la manila por la importancia que tiene este material y el junquillo en nuestra región y comuna. Ya sabemos que en Monte Verde en el hallazgo del Sitio Arqueológico, se encontró una especie de amarre de junquillos y además en las culturas canoeras, nosotros sabemos que hace 6 mil años atrás se usaba la manila y el junquillo para tejer, armar toldos y hacer tiras. Entonces ahí viene la importancia que estos niños han estado trabajando en los talleres acerca de estas técnicas y entrelazar Monteverde y los canoeros, con la técnica que hasta el día de hoy permanece y que es un elemento natural”.
En tanto la monitora de la Asociación de Junquillos y Manila, al preguntarle los aspectos que tuvo el taller, resaltó: “vamos a comenzar enseñándole a los niños en primer lugar, que conozcan la hoja de la Manila, de la materia prima, la cual trabajamos con nuestros productos. Vamos a comenzar con el “Entramado” y con tres tipos de técnicas como el “embarrilado”, “costurado” y “trenzado”, para que puedan conocer un poco cómo trabajamos y así poder hacer productos que nos pidan como canastos, paneras, fruteras, caminos y alfombras”.
La alumna Camila Oyarzo, estudiante de 10 años de la Escuela Chamiza y que participó en el taller, dijo que “me gustó el trabajo que hicimos. Se trata de una experiencia que es muy entretenida para nosotros; me gustó aprender de las manilas con que se pueden hacer trenzas, canastas y vasos para dejar flores”.
A través de estos programas los niños y niñas aprenden manualidades desde temprana edad, despertando su creatividad y valorando su trabajo.